El Growth Hacking: 5 consejos para tu empresa
Rosa Ayari Rodríguez Rivas (autor) del BLOG de IEBS
El Growth Hacking es uno de los términos de moda en estos momentos, pero ¿por qué? Porque responde a las necesidades del mercado actual; se trata de una forma distinta de ver y buscar cómo hacer crecer una empresa con el mínimo gasto en recursos posibles.
Los growth hackers se encargan de redifinir los productos y su distribución para conseguir que lleguen al máximo número de personas posibles, aumentando así la rentabilidad de las empresas. En otras palabras, son especialistas en crecimiento de startups.
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Si quieres dedicarte al Growth Hacking puedes empezar informándote por cómo aplicar esta clase de estrategia en tu empresa y especializarte en las claves que van a hacer que funcione. Por nuestra parte, te aconsejamos unas pautas y consideraciones que deberías tener en cuenta y seguir a la hora de aplicar tu estrategia:
1/ Analiza el entorno en tu sector
El primer paso es centrarnos en evaluar cuál es la situación actual en nuestro sector del mercado y en nuestra empresa en particular: qué estrategias ya se están usando, cuáles son las áreas a potenciar y cuáles ya están dando un buen rendimiento y resultados. Siéntate con todas las partes implicadas de tu empresa y explícales que vas a empezar a usar técnicas más agresivas pero que obtendrán mejores resultados. Plantea tu estrategia con firmeza y convicción; aquellos que han seguido formulas de marketing tradicional toda su carrera pueden ver tus métodos algo arriesgados, pero preséntales ejemplos de casos en los que ha funcionado y ha tenido éxito y céntrate en cómo podéis extrapolar esos casos a vuestro interés particular en la empresa.
¿Que debes analizar?
Saber la situación actual te ayudará a determinar mejor los objetivos y te ayudará a comparar los resultados.
2/ Define objetivos: cómo hacerlo de forma inteligente
Como en cualquier estrategia, la definición de unos objetivos a los que dirigirse para saber hacía dónde vas es esencial. Eso sí, tus resultados pueden ser mucho mejores cuando aprendes a definir unos objetivos smart o inteligentes, es decir, han de cumplir una serie de características; ser específicos, medibles, alcanzables, realistas y acotados en el tiempo.
__Específicos: debes concretar la meta lo máximo posible para poder identificar lo que quieres lograr. Napoleón Hill, el que fue asesor de varios presidentes de los Estados Unidos, decía que una de las reglas del éxito es la definición precisa de objetivos. Por ejemplo: ‘adelgazar para el verano’ no es un objetivo específico. ‘Voy a correr 45 minutos cada día, voy a tener una alimentación balanceada con 5 comidas al día, con frutas, verduras y carnes en pocas cantidades y tomaré 8 vasos de agua’, esto si es tener objetivos específicos.
__Medibles: Al medir un objetivo podemos compararlo con la planificación y decidir si vamos por buen camino o por el contrario tenemos que cambiar estrategias. Esto nos servirá para determinar si estamos cumpliendo los objetivos propuestos. En este aspecto nos gusta recordar una frase que definió el filósofo William Pepperell, “lo que no se puede medir no se puede controlar”.
__Acordados: si hay personas que se van a ver involucradas en el cambio de estrategia debes primero hablarlo con ellos y lograr su compromiso, pues los objetivos colectivos son muy difíciles de lograr si los implicados no están comprometidos con ellos.
__Realistas y alcanzables: los objetivos planteados deben estar dentro de las propias posibilidades. Proponer un objetivo inalcanzable te llevará directamente al fracaso.
__Acotados en el tiempo: todos los objetivos deben tener una fecha limite en la que deben llevarse a cabo. Puede darse el caso que en esa fecha lo hayas logrado o no. En caso de no contar con un límite de tiempo se puede caer en la relajación y el objetivo se puede ir postergando hasta el infinito.
3/ Identifica tus fortalezas y transfórmalas en acciones
Pregúntate a ti mismo: en qué es realmente buena la marca, qué valores puedes aportar y que acciones te ayudarán a transmitirlo.
Hay muchas técnicas establecidas hoy en día que seguramente no identifiques con el Growth Hacking, pero que, sin embargo, provienen directamente de éste y que te van a ayudar considerablemente. Veamos algunas:
4/ Mide la efectividad de tus acciones
Una de las claves del Growth Hacking es analizar, analizar y analizar… Es imprescindible obtener datos para medir resultados. En este paso tus acciones ya tienen un recorrido y debes analizar los resultados que se han obtenido de ellas. Realiza un cuadro de mando donde recopiles toda la información para tener una visión general de todo el proceso y sus resultados.
Analiza que objetivos se han cumplido y cuáles no; con los datos podrás identificar que entes han intervenido para que no se cumpliera el objetivo.
5/ Optimiza tu estrategia en base a los resultados
Una vez analizados los resultados debes mejorar la estrategia y acciones, tanto si has cumplidos los objetivos como si no. Como bien sabes, en esta vida todo se puede mejorar. Utiliza todo el aprendizaje obtenido y úsalo para poner en marcha nuevas acciones mejoradas.
El mundo del Growth Hacking crece cada vez más rápido y nacen nuevas estrategias continuamente que se adaptan a las nuevas necesidades y peculiaridades del mundo digital. Si te interesa este mundo síguenos porque tenemos preparados una serie de artículos relacionados con el Growth Hacking y sus aplicaciones que seguro que te van a interesar.
