Siempre has podido navegar por la red sin impedimentos, indiferentemente de la página web que visites. Consumes información, ves películas online o compras productos a través de una e-Commerce. Todo esto tiene que ver con la neutralidad de la red, ya eliminada en Estados Unidos. Internet ya no es un servicio básico en el país y deja de garantizarse el acceso igualitario. ¿Qué significa esto?
¿Está la libertad en la red en peligro?
Índice de contenidos:
- ¿Qué es la neutralidad de la red?
- ¿Qué leyes han sido derogadas en Internet?
- ¿Cómo afecta el fin de la neutralidad de la red al resto del mundo?
La
Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) anunció la derogación de la neutralidad de la web, una normativa que requería que los proveedores de servicios de Internet ofrecieran acceso igualitario a todo el contenido web. El 11 de junio fue la fecha de entrada en vigor de esta nueva ley que ha originado diferentes opiniones al respecto y varias incógnitas sobre el
futuro de las empresas con presencia online.
Las reglas, promulgadas por la administración de Barack Obama en 2015, prohibieron a los proveedores de Internet cobrar más por cierto contenido o dar un trato preferencial a ciertos sitios web. Después de que la comisión votara para derogar las reglas en diciembre, se enfrentó una protesta pública. Los oponentes argumentaron que la derogación abriría la puerta para que los proveedores de servicios censuraran el contenido en línea o cobrasen tarifas adicionales por un mejor servicio, algo que
podría perjudicar a las pequeñas empresas.
¿Qué es la neutralidad de la red?
La
neutralidad de la red es un principio llevado a cabo por aquellos que pueden regular la red y tratar todos sus contenidos indiscriminadamente. Con el fin de la neutralidad de la red, quedaba prohibido. Gracias a este principio, no se podían bloquear contenidos, cobrar dinero extra por la priorización de unos servicios en detrimento de otros o ralentizar la
velocidad de carga de las páginas.
También permitía acceder a los contenidos libremente, sin restricciones ni limitaciones independientemente de la página que sea. Gracias a ello podemos, por ejemplo, entrar a nuestras redes sociales favoritas o ver series en Netflix. Pero ahora, tras la aprobación de la ley,
el panorama de la red ha cambiado.
Son los
proveedores de servicios de Internet (ISP), aquellas que proporcionan a los usuarios el acceso, las que pueden decidir qué páginas cargan más y cuáles no o incluso imposibilitar el acceso a algún canal. El
fin de la neutralidad de la red podría generar competencia entre los proveedores y otras empresas en la red, sobre todo entre las emergentes y startups. Además, grandes empresas de telecomunicaciones como Comcast pueden convertirse en las grandes beneficiarias de estas nuevas reglas. Muchos expertos ya aseguran que este hecho va a cambiar Internet como lo conocemos hoy
¿Qué leyes han sido derogadas en Internet?
Las reglas originales establecen un plan regulador que abordaba un Internet que cambiaba rápidamente. Bajo esas regulaciones, el servicio de banda ancha se consideró como una utilidad bajo el Título II de la Ley de Comunicaciones, dando al F.C.C. amplio poder sobre los proveedores de internet. Se prohibía lo siguiente:
BLOQUEO: los proveedores de servicios de Internet no pueden discriminar ningún contenido legal mediante el bloqueo de sitios web o aplicaciones.
THROTTLING: los proveedores de servicios no podían ralentizar la transmisión de datos debido a la naturaleza del contenido siempre y cuando fuera legal.
PRIORIZACIÓN PAGADA: los proveedores de servicios no podían priorizar la velocidad de la conexión en función del consumidor.
Además, en el ámbito de los consumidores regulares de Internet, la preocupación está en lo que puedan hacer los proveedores de banda ancha, que podrían comenzar a vender Internet en paquetes. Muchos internautas, según informa The New York Times, temen que el acceso a redes como Facebook y Twitter requieran un sistema premium de pago. A esto se suma la posibilidad de acceso a contenidos con diferente velocidad de carga según lo que se pague. Esto significaría que la
velocidad de consumo en Internet podría depender del poder adquisitivo de cada persona.
En materia de negocios, las pequeñas empresas con presencia en Internet podrían ser las más perjudicadas. Las startups, aparte de enfrentarse con las dificultades de los primeros pasos en el mundo empresarial, tendrían que afrontar la competitividad con empresas mayores, cuyos servicios tendrían una velocidad mayor. En este sentido,
las empresas pequeñas jugarían con desventaja al igual que aquellos que trabajan desde casa, con limitaciones a la hora de acceder a determinados contenidos.
¿Cómo afecta el fin de la neutralidad de la red al resto del mundo?
Uso de compañías estadounidenses: para aquellos que vivan fuera del país anglosajón, deben tener en cuenta que los cambios técnicos o económicos que puedan producirse también podrían afectarían a los usuarios de otros países del mundo.
Netflix podría encarecer: según apuntan ya los expertos, la subida de tarifas por el uso de internet puede provocar que los servicios que pagamos también suban de precio. Si los servicios negocian con los proveedores para no tener pérdidas económicas, es muy probable que los consumidores paguen por estas decisiones. Puede ocurrir, por ejemplo, con Netflix.
Menos servicios gratuitos: ya que las empresas tendrían que pagar más por ofrecer servicios de calidad, podrían ser inviables desde el punto de vista económico si no suben los precios. Aumentaría la competitividad y pocos podrían permitirse la gratuidad.
Las nuevas normas pueden dañar la competencia entre servicios y además, podría perjudicar en la libertad a la hora de elegir contenidos, ya que solo los gigantes de Internet podrán permitirse económicamente sobrevivir con contenido de calidad ante los cambios con la nueva ley.
Miedo al contagio. Que esto pueda ocurrir en otros países del mundo es otro de los debates que surgen tras la aprobación de la ley.
Censura. Con la ley anterior, no era posible interferir sin una orden judicial o federal. Ahora, la prerrogativa también pertenece a los proveedores, que podrían censurar el contenido de un día para otro.
Falta de variedad en Internet: si el presupuesto y tamaño de los negocios influirá en cómo sus servicios operan en Internet, significará que cuanto peor sea el servicio, menor consumo y por lo tanto, la variedad podría ser menor.